Por Jeniffer Varela Rodríguez

Aunque suene a cliché, este blog se debe a nuestros lectores, porque como dijo un día Meli: "sin ustedes este blog existiría, pero nadie nos leería". Por eso siempre tratamos, en la medida de lo posible, de escribir sobre los temas que a ustedes más les interesan y leer sus sugerencias, que nos encantan.


Por Melissa Zuleta Bandera

Vuelve y juega Barranquilla Fashion Week. Cuando apenas estaban anunciando el evento de este año, su segunda edición para ser exactos (la "primera" fue técnicamente un lanzamiento), repetía en mi cabeza "por favor, que hayan mejorado".


Por Jen.

Ayer se llevaron a cabo los American Music Awards, unos premios que realmente no llaman mi atención como espectadora. Pero por supuesto la alfombra roja es otra cosa, y es la oportunidad de los cantantes y otras personalidades para mostrarse osados y divertidos en torno a la música.



Por Meli

Este año, nuestro tradicional post sobre los vestidos de la noche de elección y coronación de la Señorita Colombia tiene un componente diferente: Moda 2.0 estuvo en el evento, y vimos los vestidos en vivo y en directo.

Fui asignada por la casa editorial en la que trabajo a cubrir el Concurso Nacional de Belleza en Cartagena, lo que me dio una oportunidad que este blog nunca había tenido: comparar realidad y televisión.


Lo primero que tengo que dejar en claro, aunque no tenga nada que ver con la moda, es que el auditorio Getsemaní del Centro de Convenciones Julio Cesar Turbay Ayala se ve enorme en televisión, pero en la vida real es DIMINUTO. Me sentí engañada.

Dicho eso, hay que mencionar dos cosas más: primero, ya está bueno de las transparencias y la apariencia de desnudez. Eso solo lo hace bien Zuhair Murad ¡basta! y segundo, la 'talivuelta' y la meneada del vestido como si fuera una pollera de cumbia solo le quedó bien a Taliana Vargas en Miss Universo. Ya no lo repitan más. Ahora si, ¡al ataque!

Antioquia

Si ustedes creen que eso se ve desnudo en fotos, no se lo imaginan en persona. Pensé que a la chica se le iba a ver hasta los malos pensamientos, y no, eso no se ve elegante. Si hubiera tenido toda la falda en los apliques brillantes, hubiera sido un perfecto vestido de reina de belleza. Por cierto, ¿ven que se le hace gordito en la axila? ¡Tenemos esperanza, mujeres!

Bogotá
Esta muchacha salió a la pasarela como un bólido con toda la actitud del mundo y el vestido le ayudó. Técnicamente es un vestido corto con un pareo encima, pero lo que lo hace funcionar es que NO es un vestido de baño enterizo y demasiado subido con un pareo encima, cosa que odiamos en Moda 2.0. Le sirvió la fórmula a la chica, porque resaltaba sus largas piernas, lástima que le robaron la corona de virreina...

Bolívar
 Señor bendito, ampáranos de las faldas de tela de cojín navideño. Es que no se puede describir ese material de ninguna otra forma. Además, en fotos se disimula el armatoste que llevaba debajo, pero en persona (y en video) era imposible no darse cuenta. Al menos supo que debía tapar sus raquíticas pantorrillas, y los cristales del bustier brillaban hermosamente, pero nada compensa la tela, guácala.

Cauca
La hermanita menor de Catalina Robayo Señorita Cauca se fue a la segura: color adecuado para su tono de piel, cristales en su justa medida, abertura en la pierna de un alto que se mantiene decente. Nada para suspirar, pero le funciona.

Guajira
Si alguien describe el vestido, cualquiera pensaría que es un típico traje de gala de reina. Pero no, es un típico traje de gala FEO de reina. La ubicación de los cristales como que no tiene sentido, no le hace ningún favor porque la chica ya es flaquita, y para terminar de rematar, le queda zancón. No es lo peor que hemos visto (nada supera el trapero con cristales), pero feo sí es.

Huila
Alfredo Barraza hizo un vestido absolutamente hermoso (aunque demasiado escotado para alguien con su busto), y después pensó: “le voy a tirar un trapo azul encima para afearlo”. Y así lo hizo. Nunca nadie se tiró un vestido lindo tan rápido, le dicen el afeador de vestidos más rápido del oeste. La niña no se tropezó con ese remedo de estola, que además parece un pedazo sobrante de tul viejo, porque Dios es grande.

Meta
Esta... esta es la joya de la corona. Por ahí escuché que parecía proyecto escolar de niños de primaria con florecitas de cartón y todo, pero eso es mucho decir. Además de que ese amarillo es chillón a más no poder, lo coronó con un cinturón de STRASSSS (sí, léanlo así, STRASSSS) en forma de lacito como para que se lo halen y se le caiga la enorme falda, al mejor estilo de un capítulo de Quiero Mis Quinces o Sweet Sixteen. Además, tras bastidores nos dimos cuenta que la niña estaba de malas con la cola y con los zapatos de estriptisera: una periodista se la pisó y la reina casi se la traga de la ira, y después los tacones se le hundían en un piso irregular (cosa que a ninguna otra de las finalistas le pasó).

Norte de Santander
Este es el vestido más aburrido de la hiszzz... ¿Qué estaba diciendo? Ah, sí, ¡ABURRIDO! Y ni siquiera bonito. El propio vestido meh.

Quindío
Bueno, esto fue interesante. Amo la parte superior, el trabajo es una cosa loca y le horma divino. Pero como no hay felicidad completa en esta vida, le cambiaron la cosa en la falda. En su defensa no es tan fea y tal vez si hubieran mantenido la misma textura que en la parte de arriba, la falda hubiera quedado rígida. Dejémosla en “llevó un lindo vestido”.

Sucre
Esta vieja sabía que iba a ganar. Diablos, todos lo sabíamos. Por ese motivo, yo de ella me hubiera puesto un vestido que pegara más con la corona, pero bueno, no hay que pedirle peras al olmo. Fue de los pocos vestidos hechos por una diseñadora que no se dedica a vestir reinas (Beatriz Camacho), y se nota. Todo el look es más de modelo, lo que tiene sentido porque a eso se dedica la nueva Señorita Colombia. No es la cosa más bella que he visto en mi vida pero se traduce PERFECTAMENTE a la alfombra roja, lo cual lo hace distinto a todos los demás.

Esto estuvo tan interesante que les traigo una ñapa.

Arauca
Cuando lo vi pensé “¡oh, Dios mío, parece de alfombra roja!”, y después me di cuenta de que le quedaba zancón y la falda era de la propia tela que suena “frú, frú, frú” cuando se mueve.

Cundinamarca
El efecto de plata derretida cayendo por todo su cuerpo no me molesta mucho (aunque no dice “reina de belleza” por ninguna parte), pero tengo un SERIO PROBLEMA con sus zapatos de plataforma gigante transparente de estriptisera travesti. Solo le faltaba tener un billete de un dólar adentro y ya, vámonos de aquí.

Tolima

La continuación del Ferrero Rocher. No se diga más.

Valle
Bueno, este vestido es el ejemplo perfecto de la magia y la maldad de la televisión. En persona era una cosa de locos, las lentejuelas brillaban hermosamente y las figuras hacían ver a la huesuda señorita Valle como si tuviera curvas sin verse vulgar. Pero en la TV se vio como un esperpento. Parecía látex rojo barato para un show corroncho de Las Vegas.

Las virreinas universales
Hermosas las cuatro, vestidas de Beatriz Camacho (excepto Carolina Gómez que iba de Jorge Duque). ¿No las podemos reelegir a ellas y ya?


¿Qué tal? ¿Están de acuerdo? ¡Cuéntennos en los comentarios!


Por Jen

Muchas veces nos lo han preguntado: ¿por qué concentrarse en la moda habiendo tanto por hacer en el mundo del periodismo? Melissa yo y yo siempre tenemos la misma respuesta: porque es nuestra pasión.


Hemos tenido suerte con dos cosas: la primera, habernos encontrado para crear este espacio al que le dedicamos el tiempo que a veces no tenemos, recortando las horas de sueño o duplicándonos en los eventos para poder darle sla mejor información. La segunda, somos muy afortunadas de poder tener un huequito en el mundo de la moda con nuestro trabajo, desde el periodismo y la comunicación, para aprender cada día un poco más.

Somos periodistas y abarcamos temas de moda, y recientemente yo me embarqué en la aventura del mercadeo digital para marcas (que me está haciendo aprender cada día más). Pero cada día que pasa nos damos cuenta de también es necesario capacitarse para lograr más cosas, porque la experiencia cuenta, pero el conocimiento adquirido en las aulas también es importante. 

Cosas como esta: estar en un evento como Moda 2.0. ¡La felicidad!
La revista Elle nos contó de sus cursos superiores universitarios y nos pareció una excelente idea porque, como ya les dijimos, en Colombia no existen muchas opciones en este sentido y tener el respaldo de la Universidad Complutense de Madrid es un gran alivio para quienes están interesados en seguir estudiando (hay que admitirlo, la industria ahora está plagada de personal shoppers, coolhunters y demás que estudiaron en institutos que nadie conoce).

Y no solo nos pareció una excelente idea, sino que nos hizo reflexionar (otra vez) sobre nuestro trabajo. Lo que nos hace más felices es que seguimos concluyendo que hacemos lo que amamos y que queremos que la moda sea nuestro pilar de vida por mucho tiempo más. Incluyendo, por supuesto, a Moda 2.0.


El teema es que, si queremos hacerlo, nos toca prepararnos más. Como todas las industrias esta es una muy competida, y para hacerse un lugar hay que ser de los mejores. Hay muchas posibilidades: estudiar en Europa (España e Italia son campeones en este tema) o buscar buenas opciones online. Las de Elle son un gran camino para empezar: cortos, con un precio razonable y desde la comodidad de casa.

Por si se animan, les recordamos que las inscripciones cierran el 14 de noviembre para los cursos de Marketing y Comunicación de Moda y Lujo, RR.PP, visual merchandising y estilismo, y Marketing Digital de Moda (que me tiene muy tentada por mi trabajo actual). Si quieres más información, les contamos todo en esta entrada de hace unas semanas.

Cualquier duda que tengan, dígannos en los comentarios, o pueden hacerlo en nuestras redes de siempre.

¿Y por qué la moda?

by on 10:38 a. m.
Por Jen Muchas veces nos lo han preguntado: ¿por qué concentrarse en la moda habiendo tanto por hacer en el mundo del periodismo? Melissa ...
Por Jeniffer Varela Rodríguez

Como siempre lo hemos recalcado cuando hacemos este tipo de post, nuestro blog no pretende convertirse en un sitio para hablar de reinados, pero sí de moda. Por esta razón es que, año tras año, hacemos un recuento de los mejores y peores vestidos de las reinas, con el humor que a ustedes tanto les gusta (admitanlo, les encanta rajar de la gente criticar a estas mujeres).



Pero este año hemos decidido hacer un post extra para compartir una reflexión sobre una nueva táctica que el Concurso Nacional de Belleza ha emprendido en su tarea por 'refrescar' un certamen que cada año atrae a menos público. Como la moda está de moda, el Concurso ha decidido hacer que las candidatas luzcan más estilosas y ha contratado a una asesora para unificar los conceptos de los vestidos.


Es bien sabido que, desde hace algunos años, el concurso proporciona a las participantes un vestuario completo con el fin de 'uniformarlas' y además reducir sus gastos, que ahora se limitan al traje de coronación y al artesanal. Para esta tarea encargan a diseñadores nacionales, que cumplen la tarea de diseñar un atuendo especial para ellas. Pero este año, además, se ha decidido unificar el concepto bajo el nombre de 'Tropical Chic' y decisiones que realmente nos hacen preguntarnos si es posible inyectarle estilo al reinado o si este tipo de eventos tienen un estilo que se podría conservar.

Candidatas en 2011, con sencillos vestidos blancos resaltados con collares llamativos.
Si bien es cierto que muchas de las elecciones de los diseñadores para las reinas son desacertadas, hay que tener en cuenta la dificultad de esta tarea: hay que diseñar para una veintena de mujeres con cuerpos distintos (aunque todas delgadas), diferentes estaturas y rasgos. Entonces, la labor de hacer algo que les quede bien a todas es bastante complicado. Si a eso le sumamos las condiciones climáticas de una ciudad como Cartagena, el reto es aun mayor.

Hace algún tiempo nos declaramos fans enamoradas de Lia Samantha. Y miren lo lindo que le queda el turbante a la Señorita Valle. A Atlántico no le fue tan bien...y ese es el problema.

Año tras año vemos buenas y malas opciones, pero uno pensaría que este año la cosa iba a mejorar gracias a la sonada asesoría que el concurso anunció para las candidatas. Pero, al menos para nuestra opinión, el resultado no ha sido el deseado. Esto tiene una sola razón: los concursos de belleza son un universo que creció bastante separado del mundo de la moda. En algún momento pueden llegar a cruzarse, pero cada uno tiene sus lineamientos bastante distintos.
Este vestido estampado de Beatriz Camacho es un acierto: muestra
la figura y tiene un estampado interesante. ¿Pero saben por qué? Porque ella conoce bien el cuerpo femenino.
Mientras que la moda celebra las individualidades y se adapta a diferentes tipos de cuerpos, tallas y personalidades, la mayoría de los vestuarios para concursos de belleza tienen una finalidad: resaltar los cuerpos de las candidatas. No estamos diciendo ahora que solo las vamos a vestir con piezas ajustadas, pero en los conjuntos esa debe ser una de las características.

Esto es definitivamente 'Tropical', pero no podemos decir que es 'chic'.
Las modelos son una cosa y las reinas son otra distinta. Unas no quieren ser como otras, y viceversa (aunque en contadas ocasiones la transición ha funcionado). Por eso es que las reinas caminan, se comportan y se visten diferente a las modelos ante las cámaras.

Entonces ¿de qué nos sirve ponerles bermúdas a estas mujeres con camisas holgadas? Puede ser un buen atuendo de domingo, pero no para un reinado. ¿Por qué ponerles un vestido que parece un disfraz de flapper si unas son más bajas que otras y no se verán también? ¿Para qué ponerles una camiseta de Profamilia con una maxifalda de rayas que en conjunto se ve saturado?

Este es un look 'chic' pero ¿apto para un concurso de BELLEZA?
Es válido que en todas partes se hagan esos experimentos, pero para nosotros, es una pérdida de tiempo en potencia. Porque si bien es cierto que algunos intentos resultan muy bellos, como el trabajo de Luiza Pino en un vestido que lucieron este año, hay otros que visualmente no se ven tan bien. No podemos olvidar que es un conjunto y que tenemos que pensar en vestirlas a todas y no a una sola.

Este vestido, diseñador por Luiza Pino, es uno de los aciertos de este año.
¿Debemos seguir intentando ponerles más tendencias a estas mujeres? Tal vez, pero en una justa medida que conserve la esencia de lo que fueron a hacer a Cartagena. Puede que siga el trabajo con los diseñadores, pero sí debería ser más cuidadoso con esos detalles y poder ponerles esos pequeños toques aquí y allá para que todas se vean favorecidas.

Mismo evento y vestuario diferente con un año de espacio.
¿Qué tenían de malo los pantalones del año anterior?
Y por sobre todas las cosas, si se va a hacer una 'asesoría', no debería ser bajo conceptos inventados y repetitivos, porque como comentó nuestra amiga Diana Isa Jaraba, "el mismo discurso solo funciona las primeras diez veces, de ahí en adelante cansa". Y además, pensemos ¿de qué sirve tratar de vestir a estas mujeres con lo último en tendencia (así no les quede bien) si van a tirar todo eso al traste en la noche de coronación? Ahí sí quiero ver a los asesores de moda rascándose la cabeza, solo porque no han entendido que no es lo mismo vestir a una reina que a una actriz para la alfombra roja y que lo máximo que se puede hacer en el primer caso es que, como dice Meli, el vestido grite 'Miss Universo' y no 'Reinado de la papa'.

Como siempre esta es nuestra humilde y extensa opinión, pero si ustedes quieren seguir con el debate los invitamos a comentar por aquí y en nuestras redes sociales: Facebook, Instagram y Twitter.

¡Nos vemos en la noche de elección y coronación! :P
Por Meli


En Moda 2.0 nos encanta cuando marcas nacionales le dan una oportunidad al mercado barranquillero. Después de todo, es nuestra ciudad, y queremos que tenga la mayor oferta de moda y tendencias posible.


El caso de Lynx es particular. Esta marca caleña de accesorios ya estaba en Barranquilla (en una isla en el centro comercial Buenavista), pero ahora decidieron reforzar su presencia abriendo una boutique en el mismo lugar.

Hay piezas delicadas pero también otras imponentes.


La marca lleva nueve años en el mercado y en este momento se encuentra en modo expansión, con tiendas también en Cali y Bogotá, en donde las mujeres amantes de las tendencias encontramos accesorios en oro y plata, pero también con piedras naturales, cristales, perlas, cueros y textiles.


Esto amplía su umbral de opciones y precios, y la variedad de piezas y acabados abre las posibilidades para distintos gustos (perfecto para Jen y para mí porque a veces nos gustan cosas muuuuy distintas).

Por ejemplo, este brazalete es 100% Meli.

Lynx abrirá su nueva tienda este 22 de noviembre con un Open House de 10 de la mañana a 9 de la noche, donde los clientes podrán disfrutar de varios bonos de descuento para que se animen a lucir sus prendas. ¡Están todos invitados!


Pero como en Moda 2.0 queremos tanto a nuestros lectores, tenemos un obsequio por ser tan fieles. Regalaremos un obsequio sorpresa entre los paticipantes de este sorteo. El 20 de noviembre, después de 7 p.m., escogeremos a un ganador y su premio le será entregado el día de la apertura de la nueva boutique de Lynx.

Para participar solo deben hacer lo siguiente:

  1. Vivir en Barranquilla o poder venir a la ciudad el día de la apertura de la tienda Lynx.
  2. Seguirnos en nuestras redes sociales (la que deseen, pero puntos extra si es en las tres): FacebookTwitter o Instagram.
  3. Seguir a Lynx en sus redes sociales (aplica lo mismo que en el punto 2): Facebook, Twitter o Instagram.
  4. Escribir un comentario en este post diciéndonos por qué te gusta Moda 2.0, o qué te gustaría ver en el blog, o qué fue lo que más te gustó de Lynx.
  5. Añade una forma de contactarte en caso de que resultes ganador: correo electrónico, nombre en Facebook o usuario de Twitter o Instagram.
Esperamos que todos se animen a participar y están más que invitados a conocer la boutique de Lynx en el centro comercial Buenavista I, segundo piso, este 22 de noviembre.

¡Nos vemos allá!



Por Jeniffer Varela R.

Colombia es un país que cada vez más se está abriendo a una cultura de moda y ganas de saber más del tema desde la práctica y también desde la academia. Somos muchos los que cada día buscamos nuevas alternativas para aprender y actualizarnos con lo que pasa alrededor del mundo, mucho más en la época de las redes sociales y un ‘boom’ que nadie alcanzó a dimensionar.


No obstante nuestras ganas de conseguir estas opciones, la variedad de estos programas en Colombia no es mucha, lo que resulta en mucha gente yéndose del país para buscar maestrías, cursos o estudios complementarios en moda. El problema de esto es que no todo el mundo tiene la capacidad de pagar esta educación, y las becas disponibles son muy competidas.

Por eso Melissa y yo nos alegramos mucho cuando recibimos la información de los programas que la revista Elle está llevando a cabo en modalidad online en alianza con la Universidad Complutense de Madrid y que tienen abiertas sus inscripciones durante todo este mes.

La oferta de programas consta de tres cursos superiores universitarios: Marketing y comunicación de moda y lujo, Relaciones públicas, visual merchandising y estilismo; y Marketing digital de moda.


Los tres exploran desde perspectivas diferentes la posibilidad de ampliar los conocimientos sobre el mundo de la moda y además abarcan la cantidad de opciones laborales que esta industria ofrece hoy en día.

“Estos cursos son el complemento ideal para que ustedes lleven su pasión por la moda al siguiente nivel y que llegue a ser un negocio para ustedes” asegura Maripaz Ocejo, editora general de la revista, una de las más importantes en el mundo de la moda y el estilo de vida.


Todos los cursos están divididos en módulos con estudios sobre el lujo, la belleza y las relaciones públicas, entre otros, y se enfocan por temáticas específicas en lo que quieren abarcar. La idea es sentirse como en un salón de clases así estés aprendiendo en la red. Incluso están al ritmo de una ocupación como la de marketing digital enfocado a la moda, tan necesario para las marcas de hoy en día que buscan posicionarse con contenido en una audiencia tan preparada y competida.

Si nos preguntan a nosotras, esta es una opción muy buena para quienes no tenemos tiempo para dedicarle a clases presenciales y además tampoco podemos costearlo. El costo se reduce considerablemente y podemos seguir trabajando para aprender a nuestro ritmo. Además, es el complemento perfecto para quienes no estudiaron una carrera relacionada con la moda y quieren especializarse en ello. Incluso, si te dedicas a la moda puedes usar estos conocimientos para crecer como profesional y ofrecerle a tus clientes mejores ofertas.

El costo de cada uno de los cursos es de $4.372.706, y Elle está preparando las inscripciones para recibir a los interesados dentro de todo este mes. Cada uno de ellos tiene redes sociales con mucha más información de interés para quienes estén interesados en aprender más.



Para inscribirse, solo es necesario llenar un formulario muy sencillo (no olviden incluir el código M05A20MJ en esos datos) y ¡listo! Estarán listos para aprender desde donde quieran y a la hora que quieran.

¿Quieren conocer más de los programas de Elle? Ingresen a sus redes o escriban a los respectivos correos electrónicos: info@cursomoda.com.mx para el curso de Marketing y comunicación de moda y lujo, info@cursoestilismo.com.mx para la información de RR.PP y visual merchandising o info@marketingdigital.com.mx para saber del programa de Marketing digital

O si prefieren preguntarnos a nosotras, ya saben dónde encontrarnos: estamos en Twitter, Facebook e Instagram.

¡A estudiar!
Moda 2.0 tuvo este año la oportunidad de asistir a una de las principales ferias de moda del país: Cali Exposhow.

Pasarela María Elena Villamil.

A diferencia de las ferias que hemos visitado anteriormente, la de Cali tiene un componente distinto. No se limita a la moda, incluye belleza y salud.

Y a pesar de que en pasadas ocasiones hemos criticado iniciativas que en su nombre prometen moda y en contenido nos encontramos con cosas que no tienen nada que ver, este no es el caso de Cali, pues han logrado una armonía entre los tres elementos que la componen.

Y es que para nadie es un secreto que solo de moda no vive el hombre. Es un hecho que el componente de salud y belleza aporta una gran parte del dinero que le entra al evento, y si gracias a eso vamos a seguir recibiendo en Colombia a figuras de la talla de Óscar de la Renta (Q.E.P.D.), Alberta Ferreti, Jean Paul Gaultier y Roberto Cavalli, que así sea.


Claro, es un poco extraño pasar de stands de cosméticos y comida saludable a uno de muebles (eso sí no lo entendí), pero Cali Exposhow es claro en lo que ofrece, y lo hace bien.

Otra cosa que destaco es el escenario que brinda a diseñadores nacionales, a pesar de siempre contar con una estrella de renombre internacional. No hay duda alguna que todos entregan en pasarela lo mejor de sí, unos con más éxito que otros.

Una de las mejores de la feria fue, según el consenso general, María Elena Villamil. Inspirado en la forma hexagonal, y a pesar de la fuerte presencia arquitectónica que caracteriza sus diseños, esta caleña logró imprimir suavidad y ligereza en sus piezas.


Pudo bastarle con blanco y negro, pero el contraste del amarillo ácido le dio vida a los looks que tomaron la pasarela, adaptada en las antiguas bodegas de Bavaria, lugar donde en pocos años habrá un centro comercial y hospitalario.


Desde el lugar del evento y su decoración hasta la puesta en escena y la música en pasarela, se notó un arduo y profesional trabajo de planeación.

Seda, organza, rafia, tafetán, nylon y acetato fueron las materias primas de Evolution, cuyas prendas se vieron complementadas por el calzado estilo grunge. A pesar del contraste, no chocaban, como sí ocurrió en otras pasarelas en las que los zapatos hablaban un idioma completamente diferente al de la ropa.


Finalmente, el extremo cuidado y atención al detalle de Villamil pudo apreciarse en cada prenda, formando además una colección coherente, que habla de su creadora, pero que no se aleja de las posibilidades comerciales.

En el extremo opuesto estético estuvo Bettina Spitz. Para muchos ella puede ser una diseñadora que se atiene a lo “bonito” y se torna “repetitiva”. Pues adivinen qué: así es Elie Saab y le funciona de maravilla.


Al haberla visto este año en Expobelleza en Barranquilla, pensé que vería la misma colección, pero Spitz mostró La bella Ingrid, inspirada en su madre y su paso por el mundo del modelaje.

De su rostro salió el punto más interesante de la colección: la imagen de su cara estampada en vestidos y abrigos. En general, una colección femenina –por supuesto– pero distinta a su trabajo anterior. Esta se caracterizó por siluetas menos ajustadas, cintura no marcada y menos apliques, aunque manteniendo el sutil brillo en los textiles.


Esta es una diseñadora que sabe exactamente a quién le vende, y tiene muy contenta a esa clientela.

Solo tuve la oportunidad de ver, además de esas, las pasarelas de Carolina Sepúlveda (Tabaquería) y Adriana Santacruz (Piel y tejido), pues mi estadía en Cali fue de tan solo dos días, lamentablemente.

Carolina Sepúlveda.

Carolina Sepúlveda.

Adriana Santacruz.

Para cerrar, tengo que admitir que en Cali se toman en serio su feria. Por lo que pude apreciar, la ciudad se vuelca hacia el evento y a pesar de algunos detalles (como cobrar para asistir a las pasarelas, cosa que no había visto nunca, menos con tan altos precios) intenta en lo posible ser inclusiva.

¿A ustedes qué les parecieron las pasarelas? Cuéntennos en los comentarios y no olviden seguirnos en Instagram, Facebook y Twitter.