Por Jeniffer Varela R.

Hace aproximadamente un año, escribimos un post sobre el lanzamiento de un nuevo evento de moda en la ciudad, llamado Barranquilla Fashion Week. Allí expusimos varias de nuestras preocupaciones, desde la gran expectativa que genera su nombre (mal utilizado por demás) y los errores que había en cuestiones de parrilla. Pues bien, el 2013 fue el año en que se llevó a cabo el evento como tal, durante dos días, en el Salón Jumbo del Country Club. Y tristemente quedaron más preguntas que respuestas satisfactorias en el aire.

Fotos Juan Manuel Maldonado, Melissa
 Zuleta y Orlando Amador. 
Comencemos por aclarar que Meli y yo solo pudimos estar en uno de los dos días del evento. Además, habíamos hablado con los organizadores previamente y parecía que algunas de las cosas que habíamos lamentado en la edición del lanzamiento no se repetirían. Pero hablemos en concreto del día en que estuvimos y otras cositas.

La entrada al evento no fue complicada, recogimos nuestras acreditaciones sin problema y comenzamos a recorrer los stands, en los que vimos algunas cosas interesantes, como la propuesta de Mary Senior y su marca de accesorios Libre Colibrí, las carteras de Thiana Funez y la ropa de Laura Riquett. Estas tres llamaron nuestra atención por tener una calidad destacable y una cuota de innovación que siempre es importante en este tipo de eventos (los bolsos de Thiana, por ejemplo, tienen un trabajo a mano del cuero que es realmente un deleite). Nos pasó también con la marca RetroChic y los accesorios de Orlando González inspirados en el Carnaval, aunque ya conocíamos el trabajo de ambos.

Libre Colibrí, una marca de accesorios muy atractiva. 

 

Bolsos de Thiana Funez. ¡Los quiero!


Propuestas familiares: 0511, de Orlando González y RetroChic
Claro que en los stands también había centros de estética (nunca apoyaré esa mezcla) y otras marcas de vestidos de baño y ropa casual que repetían lo mismo de lo mismo. Encontramos, incluso, una marca llamada Bodouir, de Sergio Barbosa. Nunca supimos a ciencia cierta cual era el papel del presentador en la marca, pero la foto habla por sí sola del producto.


Las pasarelas fueron otra historia. Estaban organizadas en bloque, lo que al principio no comprendimos, y trataban de incorporar el concepto de artista en pasarela (al mejor estilo Victoria’s Secret Fashion Show). Cuando comenzaron, entendimos la razón: falta de propuestas, por lo que resultó una seguidilla de minidesfiles de aproximadamente doce looks cada uno que, entre otras cosas, dejaron mucho que desear.


Entre las propuestas que vimos estuvieron Studio F, Velez, Mantra 3.0, Alitza García, Walter Egea y Dolmen. Las describo tal cual lo hicieron ellos porque de las dos primeras no hay mucho que decir y de las demás, es poco lo que realmente merece ser dicho. Para resumirles, y salvo un par de contadas excepciones, se trató de prendas sin ningún tipo de innovación ni cuidado o calidad. ¿A quién se le ocurrió que está bien visto mandar pantalones arrugados y vestidos mal cosidos a la pasarela? Además de una falta de respeto, es una absoluta muestra de lo poco profesional que fueron estas puestas en escena. Nunca vimos un concepto, una historia. Solo retazos. ¿Habría curaduría? Nunca lo supimos.

Alitza García tuvo brochazos de cosas rescatables, pero nos perdimos en su concepto. 
Los vestidos de baño de Walter Egea. ¿Y la novedad?
 El asunto de la pasarela de Dolmen “con sentido social” puede ser mencionado aparte. Esta empresa, dedicada a la producción publicitaria de anuncios y otros materiales, contactó a Kevyn Rousnack para transformar sus lonas, junto con otros insumos, en productos que puedan venderse. La idea, que no resultó muy de mi gusto para ser honesta, se rescata por su fondo altruista. 
Pasarela de Dolmen
Y realmente los inconvenientes no estuvieron solo en la pasarela. La entrada, que era la misma y una sola para todo el público, era un caos. Si eras de prensa, tenías que dar empujones hasta llegar a la puerta y luego pasar. Eso, si contabas con suerte de que tu zona no estuviera ocupada, como les pasó a muchos al día siguiente. Al final tuvieron que sentarse en el piso mientras gente que no tenía nada que ver con el evento (vi médicos y otras personas reconocidas de la ciudad) se sentaban en la primera fila. Aquí es importante detenerse por una razón: nadie pide que se le dé a la prensa o a los bloggers la primera fila. Pero si en el evento no había compradores (o si había no vimos ni uno), lo más lógico es que los primeros en ubicarse fueran los que comparten luego la información. Pero no, fueron a dar al piso, como si les estuvieran haciendo un favor.


De las pasarelas del segundo día no podemos hablar porque no estuvimos, pero sí recibimos comentarios de que la programación en las boletas estaba desordenada y los horarios se cambiaron en algunas ocasiones. Leyla Viñas, por ejemplo, estaba anunciada para el jueves y se presentó el miércoles. Y lo más anunciado para ese día era el homenaje a Alfredo Barraza, con vestidos de las exreinas del Carnaval y otros que lo han hecho famoso. Aunque a nosotras no nos encante, el tipo tiene un nombre y su mérito, nada que hacer. Y se disfrutó su agasajo, muy bien por él.
Alfredo con Natalia Valenzuela y uno de los trajes que ha diseñado para Reinas del Carnaval. 
¿Se acuerdan del diseñador que hizo el vestido de florecitas de fomi en los Tv y Novelas? ¡Estaba aquí!
Y por último, querida Maía: ¡Así no!


Como conclusión porque ya nos estamos alargando demasiado, queremos dejar en claro (como ya lo hicimos) que no tenemos nada en contra de las nuevas iniciativas que se gesten en la ciudad. A lo que sí nos oponemos es a que este tipo de eventos se presenten como la panacea para los nuevos creadores que siempre buscan un espacio para mostrarse, porque no creo que a nadie le convenga vincular su nombre con un evento que dejó más críticas que aplausos. Si se piensa volver a hacer, debe replantearse de los pies a la cabeza, porque por querer abarcar mucho se quedaron solamente en intenciones.

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Por Jeniffer Varela R.
Los barranquilleros (me incluyo) siempre vivimos quejándonos de que aquí no hay nada para hacer, ni muchas opciones para comprar, y cada vez más quisiéramos tener a la mano marcas lleguen a la ciudad para poder tener acceso a moda más global, que no sea el famoso fast fashion, sino que involucren un concepto de lujo y durabilidad. Marcas que sean reconocidas en el mundo de lo exclusivo.

Fotos skyscrapercity y Melissa Zuleta B.
Pensando en eso, y en que las compradoras de estratos altos de Barranquilla disfrutaban viajes a ciudades como Miami para comprar grandes nombres, un grupo de socios decidió abrir Centro Moda, un complejo comercial que abarca varios nombres importantes. Le Colezzioni, una tienda multimarca que tiene, entre otras opciones, Salvatore Ferragamo, Ermenegildo Zegna, Hackett y Michael Kors, además de Sterling Joyeros y tiendas de las franquicias de Carolina Herrera y Purificación García hacen parte del lugar, un edificio además destacado por ser totalmente ecológico.

Así se ve Le Colezzioni al llegar.

Hace varios días fue la inaguración del lugar que ya tiene casi dos meses funcionando, con presencia de la diseñadora española Purificación García y un desfile en el que se mostraban algunas de las prendas de las firmas disponibles. Por supuesto, el evento estaba a reventar, en gran parte con el público objetivo de Centro Moda: mujeres y hombres de sociedad que pueden costear estas marcas. Vimos en los asistentes desde vestidos de Hervé Leger hasta bolsos Fendi y Celine.
 

Piezas de Ferragamo en su espacio en la tienda multimarca.

Las cuatro tiendas están perfectamente distribuidas, con una sensación de lujo que antoja. Meli y yo noss entretuvimos mucho tiempo en Sterling (ese día me enamoré de las joyas, que normalmente no me llaman mucho la atención), pero tuvimos chance de mirar lo demás. Para destacar, las carteras de Purificación García, de buenos acabados y un precio razonable. La ropa también llamó nuestra atención, pero fue algo singular ver tantas chaquetas más que otras piezas en Barranquilla.

Algo de lo que nos embobamos viendo la joyería Sterling.


Dos aspectos de la tienda de Purificación García.

La tienda de Carolina Herrera también es un sueño. Todo lleno de la personalidad y estilo de esta gran señora de la moda: carteras y accesorios, ropa y zapatos pueden adquirise aquí. Lástima que (al menoss el día de la inauguración) la vitrina dejara tanto que desear con una camisa blanca, el símbolo de CH, arrugada. ¡Auch!


Meli amó estas baletas. Yo me quedo con las rojas.

No soy muy amiga de los logos, por eso estos fueron mis bolsos favoritos.



Por lo demás, un desfile algo lento e improvisado que la verdad no aportó mucho al evento, pues los asistentes se concentraron en recorrer los espacios y comprar. Y aunque se espera mucho de una iniciativa así, por el margen de ingresos que debe manejar para sostenerse, es una agradable experiencia tener cerca este tipo de nombres, sinónimos de calidad. Ojalá vengan más detrás de ellos.

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Por Jen.

Tengo una predilección por los diseñadores que trabajan su producto basados en un concepto claro, que va mostrando el hilo conductor de sus colecciones. Judy Hazbún es una de esas diseñadoras y por eso siempre disfruto sus presentaciones y sus piezas.

Fotos Jose Esteban Rolong S.
Hace unos días estuve invitada a una boda en la ciudad y tenía claro qué quería usar: un vestido de su nueva colección, 'Apariencia', presentada hace pocas semanas en Cali Exposhow.



Con esta pieza pasó algo  muy singular: el día de la presentación previa de la colección en Barranquilla, Judy nos mostró un par de vestidos. Cuando vi a la modelo salir con este modelo amarillo limón, le dije a la diseñadora "ese es mi vestido". Y mirenme, semanas después, usándolo con el mayor de los orgullos y sintiéndome muy bella.



Como quería que el color se llevara el protagonismo, solo lo acompañé con algunos collares y un clutch. Pelo recogido para que se viera la espalda (me encanta este tipo de escote, me parece muy sexy) y listo.


Vestido, collares y clutch: Judy Hazbún.
Anillos: Laetitia y Vanity Gal.

A ustedes, ¿qué les parece?
Por Melissa Zuleta Bandera

Ay, cómo amo a las reinas de mi país, hacen mi vida mucho más entretenida. Me permiten escribir posts como estos para rajar indiscriminadamente de criticar sus vestidos.

Fotos: Josefina Villarreal para El Heraldo.

Después del poco material que tuvimos en Miss Universo, yo sabía que “las más bellas de Colombia” no nos iban a decepcionar.

Este año les traemos de nuevo a las diez semifinalistas y a dos comodines que no podían quedarse por fuera.

Antioquia

A ella le dijeron que era demasiado voluptuosa para ser Señorita Colombia y dijo “¡me vale huevo, voy a mostrar puchecas!”. Y no le salió del todo mal la jugada (quedó entre las cinco). En general es un buen vestido, pero eso sí, se pasó de transparencia en la falda.

Arauca

Típico vestido de reinado, no se diga más. Es tan…meh.

Atlántico

No es porque sea de mi ciudad y hayamos dicho desde siempre que iba a ganar (en serio no es por eso…en serio), pero fue de los mejores vestidos de la noche. ¿La pondríamos de mejor vestida en una alfombra roja? Probablemente no, pero ya les explicamos que ese universo y el de los concursos de belleza son dos cosas completamente distintas y lo que funciona en uno lo más probable es que no funcione en el otro. Brillo y escote que no podían faltar. Solo dos quejas: la falda era muy angosta abajo y la hacía caminar chistoso, además de que los zapatos de plataforma eran demasiado (aunque por fortuna no se vieron).

Cartagena

Otro típico vestido de reinado (de esos hubo muchos, por mi madre que la mayoría tuvieron que ser de Alfredo Barraza). Y por lo tanto no está mal. Se agradece el color nude que ayuda a que se vea un poco más elegante pero las plumas se lo tiraron. Además, como que se les acabó el material porque le quedaba zancón e incompleto. Pudieron ponerle zapatos más bajitos y no esas plataformas infernales para que no se notara pero nooooooo, primero muerta…

Cauca

Lindo no era, pero pudo ser peor, aunque mi sabia madre me hizo caer en cuenta de algo: tenía las pantorrillas flaquiiiitas, y justo ahí era la transparencia, como diciendo: “vamos a taparme toda pero dejemos que se vea mi peor atributo”.

Magdalena

Ella tenía el propio Frankendress: dos vestidos completamente diferentes cosidos en uno. Lo de arriba no tenía nada que ver con lo de abajo y ese híbrido terminó pareciendo el típico atuendo para la mamá de la novia. Vamos, imagínense a su tía la rellenita con ese vestido en el matrimonio de la primogénita.

Quindío

Casi igualito al de Cartagena, solo que peor por el hecho de que CASI SE LE VE LO QUE ES. Lástima porque el bordado era muy bonito. Y lástima que el que la maquilló la odiaba: tenía una sombra dorada de prepago que daba era miedo.

Risaralda

Amé el color con todas las fuerzas de mi corazón. Y ya. Era otro vestido de baño con pareo (que movió y movió como si no hubiera un mañana).Tienen que entender que esa gracia solo le quedó bien a Taliana Vargas.

San Andrés

A muchos no les gustó y dijeron que el collar era un esperpento, peeeeero, ¡en realidad el collar es un espectáculo! ¡Mírenlo, es hermoso! ¡Y la hace ver como una diosa de ébano! Lo que pasa es que el vestido, tras de feo y transparente, no le pegaba pero en absoluto. Qué lástima, en verdad. Le hubiera ido mejor si sale encuera y solo con el collar.

Valle

Bitch stole my look!” gritó Miss Filipinas desde por allá lejos cuando vio a la Señorita Valle. Nadie lo ha confirmado pero estamos 99% seguras que es de Alfredo Barraza, que también hizo el de la filipina. Es que por Dios, son igualitos, solo cambia el color y que este no tiene pepitas brillantes porque no alcanzó el presupuesto. Pero dejando eso a un lado, es un muuuuy buen vestido. Si el rojo fuera más intenso, aún mejor.

Y, como lo estaban esperando, los comodines: probablemente los vestidos más feos que el Concurso Nacional de Belleza ha visto en años.

Bolívar

Como ella sabía que era la más fea del reinado, pensó que era justo usar el vestido más feo también. Al menos la recordarían. Esa abertura del demonio deberían abolirla, y la tela se ve BARATA, de esas que suenan “frú, frú, frú” cuando uno camina. Como dijo alguien en Twitter: “puede ir al baño sin subirse la falda”. Tan útil…

Chocó

No sé ni cómo empezar a describir esto. Es como una desafortunada mezcla entre traje ceremonial de tribu olvidada, un contrabando de Swarovski y ese trapero giratorio que venden por televisión. En serio, ¿qué desalmado odia tanto a esa niña para decirle que se ve regia con ese vestido y que debe ponérselo para la noche más importante de su vida en donde la van a ver millones de colombianos? Pero más importante aún, ¡¿QUÉ ACASO ELLA NO TIENE UN ESPEJO, POR EL AMOR DE DIOS?!

Habiendo dicho eso, es SU turno de hablar de estos vestidos. No olviden seguirnos en Twitter y Facebook. Y adelante, a rajar se dijo: sabemos que les gusta tanto como a nosotras.
Por Jeniffer Varela R.

El resultado de Miss Universo claramente no nos dejó felices, y los vestidos tampoco. Y como esto es un blog de moda (aunque nuestros lectores nos pidan que escribamos esto), por supuesto que nos enfocaremos en los vestidos (aunque pensemos que la ganadora tiene más dientes que cara y por eso no ha debido ganar).
Fotos: Internet (de antemano les pedimos disculpas por
la calidad de algunas, fue MUY difícil conseguirlas).

El año pasado vimos un gran despliegue de nombres conocidos, algo de lo que esta vez se quedaron cortos. Veamos quienes acertaron y quienes metieron la pata a nivel mundial con sus vestidos.

España
Para mí esta era una de las más opcionadas, aunque a Melissa no le gustaba mucho. Con el vestido pasó lo contrario: ella dice que es perfecto para un reinado, y a mì me parece que el tul de la parte de abajo era demasiado. Lo de arriba, sin embargo, tenía un buen trabajo de pedrería, apenas para este tipo de concursos. Pasa la prueba, no fue terrible.

Filipinas
A esta mujer le robaron la corona descaradamente, nada que hacer. Igual que el año anterior (y los tres previos a este), las reinas de este país se vienen preparando en Colombia y vistiendo diseños de Alfredo Barraza en la final. Y aunque el del año pasado no nos gustó nada, tenemos que admitir que esta vez mejoró mucho. El color es maravilloso para su piel (a las trigueñas les luce muchísimo el amarillo) y la silueta resalta sus curvas sin ser escandalosa. El brillo del escote le añade un poco de volumen a su busto y ya. Si lo llevamos a una alfombra roja, no sería la mejor, pero tampoco la peor. ¿Si ven por qué tenía que ser la reina?

Gran Bretaña

Vamos por partes. Esta mujer tenía un cabello precioso, a pesar de que la peinaron muy ochentera (y de que parecía la mamá de todas las concursantes). Su vestido no es terrible (les dije que este año no hubo mayor cosa), aunque esa terminación de su escote parecen más un par de cuernos que un corazón. Si lo hubiéramos dejado así hubiéramos dicho "meh", pero terrible el collar que no le pega con nada y por favor que alguien me explique esto...


Querida, Ru Paul anda buscando desesperadamente sus plataformas porque tiene una presentación especial esta noche. ¡Devuélveselas y asume que eres chiquita!

India
Clásico vestido de reinado: silueta sirena, piedras y plumas. Next. (Aunque si le ponen UN material más sería el típico vestido "vamos a ponerle todo").

Brasil
Más y más piedras, y un color parecido al de India, aunque este me disgusta menos porque no tiene plumas en la parte de abajo y le queda mejor a su piel. Eso sí, los aretes fueron el complemento perfecto, para que pareciera un árbol de Navidad 'portuguesiño'.

 Estados Unidos
Esta mujer salió con un traje típico homenaje a Optimus Prime que parecía llegado directo de Transformers, por eso pensamos que saldría con algo peor. Uno de los mejores a mi juicio, le hace el favor de sacarle un poquiiiito de cintura, aunque el escote debió ser un poco más alto por aquello de evitar accidentes. Y si se fijan, no le favorece de a mucho porque parece que tuviera el busto caído. Una Miss con busto caído...¿hasta dónde hemos llegado?


Ucrania
Cuando lo vimos nos recordó a un Jenny Packham que usó Kristen Belle estando embarazada, por el detalle de pedrería en la parte superior. Nos hubiera gustado que llegara a la final solo porque tuvo el vestido más lindo de la velada, simple y con un detalle que la hace diferenciarse sin mostrar hasta el alma. Aunque el mundo sería un lugar más feliz si le quitáramos esos aretes...

Ecuador
Claramente, el verde menta es un color que llegó para quedarse. Y este sería un vestido normal, con piedras, un escote y abertura decente, hasta que a alguien se le ocurrió que será 'más lindo' si tuviera plumas. Pero no una gran cola de plumas, ¡noooo! Sino una miserable pluma pegada a una piedrita. ¡UNA! Sobre eso tengo dos teorías: o se las pegó ella misma con gota mágica porque fue la que se le ocurrió la idea, o empezaron a hacerlo y se dieron cuenta que no les alcanzaban el material, por lo que salieron con este parapeto. Con los zapatos mejor no me meto, pero el pobre Ru Paul está considerando ponerle llave a su clóset.

Y el detalle ganador, la cereza del helado, el epítome de la elegancia....una nodriza sujetando la abertura.

¿Nadie tenía aguja e hilo? ¡¿Nadie?!

Venezuela
No, no estamos de acuerdo con su elección (ni con su cara, ni con sus dientes, ni con su...en fin), pero este vestido es un sí. El trabajo de bordado metálico y con piedras nos gusta, aunque hubiera sido mejor prescindir de las mangas. Si algo hizo bien, fue la parte del vestido. Por cierto, ¿no les recuerda al Zuhair Murad que se puso Jennifer López para los Óscar del año pasado?

En este punto de la transmisión, Meli y yo pensábamos que nos íbamos este año sin mayor sorpresa, pero ¡qué equivocadas estábamos!

República Dominicana
Siempre puedes confiar que hay una exhbicionista en el grupo. Y esta vez el 'honor' corrió por cuenta de Miss República Dominicana. Estemos claros en algo, las transparencias son una excelente forma de mostrar piel dejando un poco a la imaginación, pero ¡¿A QUIEN SE LE OCURRIÓ QUE ES SEXY UNA TRANSPARENCIA SOBRE SUS 'LADY PARTS'?! Eso junto con las moneditas bordadas 'estratégicamente' nos demuestran que en Miss Universo también hay lugar para las corroncheras. Bueno, supongo que no podemos esperar nada más de una mujer que se llame Yaritza...

Y para finalizar les traemos, como siempre, un regalito. En la transmisión pudimos ver a Olivia Culpo, Miss Universo 2012, y luego a la ganadora actual (que no sé como se llama ni haré el esfuerzo por buscar) luciendo un bikini de un millón de doláres de la firma Yamamay. Cuando escuché la idea pensé trataría de algo estilo Victoria's Secret, pero nos salieron con esto...

No solo es el vestido de baño más grillo...sino que se atrevieron a ponerle diamantes. Playboy meets a diamond dealer... eso es.

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