Ayer tuve la oportunidad de ver la película Blancanieves y el cazador, que esperaba con ansias después de haberme decepcionado con Mirror, Mirror, protagonizada por Lily Collins y Julia Roberts.

Esta versión, en la que las estrellas son Kristen Stewart, Chris Hemsworth y Charlize Theron no tiene nada que ver con la que se estrenó unos meses antes. Es mucho más oscura, creepy y un poco ‘fumada’, como dijeron mis amigos al salir de la sala. Parece que el cuento de hadas se hubiera encontrado con uno de esos genios incomprendidos que nos muestran su lado de la realidad.

Más allá de la historia, que me encantó porque no es nada de lo que ya habíamos visto (Blancanieves es una guerrera y no se queda con el príncipe, sino con el mendigo –en este caso, el cazador– y la reina mata brutalmente a su papá), lo que captó casi toda mi atención fue el bello e imponente vestuario diseñado para la bruja Ravenna, interpretada de forma impresionante por Charlize Theron.

Kristen, quien solo usó dos atuendos en toda la película (no les miento), se quedó corta ante la verdadera reina que fue Charlize. La diseñadora del vestuario de la cinta fue Colleen Atwood, quien fue la creadora del tenebroso y a la vez tierno Edward, el joven manos de tijera y además ha sido ganadora del Oscar en tres ocasiones por el vestuario de las películas Chicago, Memorias de una geisha y Alicia en el País de las Maravillas. (Recuerden que dando clic en las imágenes las pueden ver en alta definición)

Para crear los atuendos de la reina, Atwood dice haber investigado en muchas bibliotecas, museos e internet. No obstante, el trabajo fue prácticamente libre, porque aseguró que en películas como esta no le interesa saber que es lo que está de moda, sino simplemente darle fuerza a un personaje.

La ropa de la reina (que es también una poderosa bruja) complementa a la perfección su personaje: una mujer con delirios de poder, arolladora y muy, pero muy oscura. La nota predominante fueron las grandes capas, el trabajo detallado de cada pieza y vestidos con corsés ajustadísimos (típicos de la época en que se ambientan esas historias).

De este traje, el que usa Ravenna para su matrimonio, sobresalen las hombreras en 3D. Un detalle muy futurista.

                                                                                      

Mi favorito, este negro con el accesorio para su corona. Los accesorios tuvieron una gran importancia en su vestuario: grandes collares e incluso unas ‘garras’ con las que agredía a sus súbditos.

Y por último, éste traje turquesa que solo se aprecia por unos segundos en la película. ¿El detalle? está recubierto con conchas de escarabajos que Coleen Atwood encontró en Tailandia, donde estos animales hacen parte de la gastronomía.

Si quedaron con ganas de más, piérdanle el rato a la película. Vale la pena en serio.