New York Fashion Week: ni tan distinta ni tan distante

Por Jen 

Fotos: Not So Blonde Blog, Cata Pérez Cadavid y Aqeel Toberia

Uno de los sueños de una persona que se dedique a la moda desde cualquiera de sus esferas (modelo, diseñador, fotógrafo, periodista, etc) es experimentar ese mundo fabuloso que se enmarca en las semanas de la moda más importantes del mundo: Nueva York, París, Milán, y Londres. No necesariamente en ese orden, pero ustedes entienden. El caso es que, como saben, Meli y yo estamos desde hace varios meses en dos de esas ciudades: Nueva York y París, y algo que no saben es que una de las cosas que más nos emocionada de vivir aquí era la posibilidad de estar cerca de ese mundo que uno ve como soñado, en la pantalla del televisor y en las revistas (y ahora en otras pantallas) como el epítome del glamur, la belleza y el estilo.


Llegué a Nueva York en septiembre de 2017, apenas un par de semanas antes de que comenzara la semana de la moda y entre organizarme en la universidad, mudarme, las lecturas y demás, no tuve tiempo de ponerme a pensar en desfiles y mucho menos en cómo entrar a ellos. Sin embargo, para esta temporada hubo un poquito más de tiempo y preparación, y tuve la fortuna de asistir a algunos desfiles y otros eventos alternos que me dejaron un par de cosas para contares, además de la sensación de que, guardando las proporciones, no estamos tan lejos en materia de diseño de las 'grandes' semanas de la moda. Aquí están mis conclusiones, muy subjetivas sobre mi primera vez en NYFW, además de unas fotos de street style buenisimas tomadas por mi amiga Cata Pérez.

1. ¿Acreditación? ¿Qué es eso? En NYFW puedes acreditarte como periodista, ni más faltaba. Pero a menos que seas Vanessa Friedman del New York Times, eso no garantiza entrada a todos los desfiles. Aquí la acreditación es puro adorno porque lo que realmente hay que hacer es contactar a las marcas para que te dejen tener una invitación a los desfiles. Es un trabajo complicado que algunas personas que ni tienen facilidad de entrar (como los bloggers) comienzan con semanas de anticipación. Al principio me pareció un poco raro, pero cuando uno comprende la magnitud del evento (se estima que en 2016 los asistentes a los shows fueron más de 125 mil, incluyendo desfiles alternos y otros eventos) es comprensible que la potestad de quiénes entran queden sobre las marcas. Y olvídense de conseguir entrada a última hora, si no estás en la lista, pues no entras. 



2. Menos es más, también por estos lados. Seguramente recuerdan esas imágenes de muchachas superglamurosas entrando a los desfiles con abrigo en los hombros (qué risa porque yo fui así), tacones altísimos, gafas de sol y un bolsito diminuto entrando a los desfiles. Claro, así entran varias, pero MUY POQUITAS. Aquí igual que en Colombia, hay una clara distinción entre la gente que viene de paseo (o a que le tomen la foto) y los que vienen a trabajar. A los primeros los verás super producidos bajándose del Uber (este año el patrocinador del transporte fue Lexus, por ejemplo) y posando para la cabina de E!, mientras que a los segundos los verás con un bolso gigante, tomando notas en vez de fotos y mirando la ropa de verdad. Por eso es que, igual que sucede en eventos como Colombiamoda o Bogotá Fashion Week, la comodidad es prioridad. Claro, hay que estar estilosos porque es norma, pero para unos termina siendo más importante que para otros, igual que allá. 

Aquí también es importante
un bolso grande para todo el día


3. Muchas alternativas. Los desfiles oficiales de la semana de la moda (no solo en Nueva York, sino en muchas ciudades) están agrupados en un solo calendario oficial, en este caso el del CFDA. Sin embargo, en Nueva York la semana de la moda es un evento de ciudad, algo que siempre he pensado debe ser ejemplo a seguir. Como los diseñadores aprovechan para presentar sus propuestas de forma paralela para capturar al público que llega a la ciudad y no alcanzó entrada para el desfile de Michael Kors, se satisface mucho más un nicho que tiene mucha demanda. Personalmente pude asistir a un evento llamado Style Fashion Week, que reúne a creadores independientes en una feria mucho más pequeña pero con todo el glamur y talento del caso.
 
Esto fue en Style Fashion Week, un evento muy pero muy interesante.
Creaciones en el Epson Digital Couture Project
También, en ese marco, Epson realizó su habitual Digital Project Couture para mostrar las propuestas de los diseñadores latinos que innovan en materia de textiles e impresión (sobre esto les contaremos más adelante), con un panel que estuvo muy interesante y que, aunque era por invitación, tuvo buena acogida de estudiantes y otro público que generalmente no tiene acceso a estas vitrinas. Y si quieren fiesta, en toda la ciudad hay after parties de Fashion Week, promociones en los restaurantes y mucho más. Un evento de ciudad. 

4. El estilo reina. Sea que vayan cómodas o con tacones imposibles (no fue mi caso porque me muevo en metro y los pies no me daban), siempre puedes contar con que la entrada de un desfile es el lugar más chic que te vas a encontrar en tu vida. Por supuesto, están esas mujeres tocadas por Dior que hacen de unos jeans y un statement coat todo un look digno de revista, y los que se pusieron todo el clóset encima pero que de alguna manera se ven bien. Aquí hay de todo, y lo mejor es que no sientes las miradas incómodas que puedes experimentar en otros lugares por atreverte a usar algo diferente. Todo lo contrario, la gente te halaga cuando llevas algo que les gusta. A mi me piropearon mucho mi collar de Paprika Pepper Me, porque moda colombiana hasta la muerte. 

¿Ven lo que les digo? Más sencilla y más chic, imposible.


5. Todo por la foto. Una de las cosas que hablábamos con Melissa y que más llamó mi atención fue la posibilidad de asistir a una semana de la moda como validación de trabajo bien hecho, como todo un logro. ¿Y cómo logramos eso en nuestros días? Con una foto, por supuesto. La cantidad de personas tomándose fotos a las afueras de Spring Studios y en las demás locaciones es verdaderamente impresionante. Pero más impresionante es el hecho de una gran mayoría ni siquiera tiene entrada a los desfiles, sino que asisten con su mejor look a ver si alguien se interesa en ellos y les toma la foto. ¿Y por qué? Pues porque así como hay decenas de personas buscando que les tomen foto, hay muchos fotógrafos esperando tomar esa foto. Yo me encontré con dos, que me salvaron porque mi amiga ya se había ido y terminé con algunas de las mejores imágenes que me han tomado jamás. 

Es en serio que estoy enamorada de estas fotos. 

Top y Pantalón: Arkiteckt
Collar: Paprika Pepper Me
Trench: Basement, de Falabella
Sabemos que extrañan nuestra reseña, pero esperen un poquito porque vamos a hacer algo más grande apenas se termine todo el mes y hayamos visto todas las pasarelas. También se viene el Fantasy Red Carpet y los Óscar, y muchas más cosas mientras nos quedamos sin dormir entre Parsons y el blog. Gracias por leer. 

1 comentario:

  1. Debe ser brutal entrar a un escenario con el que soñaste muchas veces y en otros tiempos hasta pudiste pensar que no era una opción. No hay imposibles, todo lo que uno se propone puede ser real.

    ResponderEliminar