Marc Jacobs y Louis Vuitton, un amor de 16 años...

Por Jeniffer Varela R.

La noticia se venía manejando hacía algún tiempo. Y se confirmó durante el desfile de la colección primavera-verano 2014 de Louis Vuitton: Marc Jacobs dejaba la casa de modas en la que estuvo durante 16 años para concentrarse en la marca que lleva su nombre (y que al parecer saldrá a cotizar en la bolsa, pero esa es otra historia).

Fotos: Style.com y Vogue.
Quienes han leído este blog saben de la admiración y el amor (a veces ciego) que profeso por este hombre loco y sexy. Melissa no lo quiere tanto, pero igual es de nuestros favoritos. Y no solo hablo de su persona, sino del talento que está detrás de todo lo que toca, de esa vanguardia que, aunque a veces lleva al extremo, siempre tenía algo que nos hacía comentar a todos.

Marc llegó a Louis Vuitton en 1997, tras solo un par de años después de haber debutado como diseñador. Este neoyorquino, que aprendió a coser gracias a su abuela y que ganó el premio como estudiante del año con su proyecto de grado en Parsons, fue contratado por la firma para darle un nuevo aire, para llevarla más allá de bolsos con monograma LV y una tradición por demás muy respetable.
 
En esto no estamos de acuerdo él y yo...¿pero qué se le va a hacer?
En su reseña para Style.com, Katharine K. Zarrella aseguró que antes de Jacobs, Louis Vuitton giraba en torno al monograma y al mundo de las maletas y los bolsos. "No había ready-to-wear ni espectaculares shows en París".

Con las expectativas que suponía su cargo, el primer desfile de Marc Jacobs para LV fue en 1998, correspondiente al otoño-invierno de ese mismo año. El minimalismo fue el rey, en todos los aspectos: presentó una pasarela sin música, aunque muy diferente de lo que vemos ahora de él.

Luego de su primer desfile, en 1998.
 Luego llegaron las estrellas que querían ser vestidas por él, la fama y las colaboraciones. La primera de ellas en 2001 con el artista Stephen Sprouse (fallecido en 2004), que derivó en una colección con graffitis neón que se apoderaron de las prendas y los bolsos. De ahí en adelante, todos las colaboraciones con artistas contemporáneos crearon nuevos objetos de culto de la marca.

Campaña de la alianza con Stephen Prouse, en 2001. Luego de su fallecimiento, Louis Vuitton lo homenajeó con una colección (en la que pintó rosas sobre los monogramas).

Uma Thurman posa con una cartera resultado de otra alianza: con Takashi Murakami, para la primavera de 2003.

Una de las más recientes fue la alianza artística con Yayoi Kusama. ¡Surreal!
Sus pasarelas siempre han estado llenas de supermodelos: Naomi Campbell, Kate Moss y recientemente una de las it del momento: Cara Delevigne. Pero ha sido con Kate con quien se le conoce más afinidad, tal vez por la rebeldía de ambos. El hecho es que cuando ella hacía una gran aparición, a menudo él estaba detrás de la idea.

Para el desfile de otoño de 2011 levantaron ampolla por
este momento en que Kate salió fumando a la pasarela.
Desfile de primavera-verano 2012
Otoño-invierno 2013.
Jacobs no solo ama a las supermodelos, sino también a las famosas. Las celebridades lo adoran a él y por eso aprovechó no solo para sentarlas en sus front rows, sino para llevarlas a las pasarelas. Cristina Ricci y Llily Cole fueron algunas de ellas, mientras que Madonna y Uma Thurman fueron imagen de sus campañas (por solo nombrar un par).

Sin ser modelo (ni siquiera muy alta) Cristina Ricci desfiló para la primavera de 2005.
Foto de la campaña de primavera en 2009, con Madonna como imagen. (Recuerdo haber pensado como "ugh").
Pero nada puede opacar el verdadero sentido que Marc Jacobs le ha dado a Louis Vuitton: el espectáculo. Bajo su batuta, las prendas eran no solo ejecutadas, sino mostradas con un cuidado excesivo. Los shows siempre daban de qué hablar y, lo más importante, el ojo para crear tendencias se intuye en él, es natural. Es gracias a él que estamos viendo la ropa inspirada en lencería volver del pasado, así como el estampado damero lo hizo el año anterior. Y los adorables colores pastel, antes que eso. Él unió estas propuestas a carruseles, circos, trenes, pasillos de hotel. Creó una historia en cada colección y eso se quedó en muchas cabezas.







 “Para mi es importante que mi ropa no sea un mero divertimento de pasarela”.

Y a esas historias que quedaron en nuestras cabezas apeló en su último desfile con LV. Con una oscuridad que muchos podríamos pensar era un luto, mostró apartes de muchos recuerdos y una colección llena de texturas y detalles diferenciadores. Negro todo, pero lleno de piedras, plumas de acabados brillantes y tranparencias, repartidas en siluetas de pantalones, camisas y vestidos con un toque punk. Todo para la showgirl que vive en nosotros y de la cual se despidió en una carta que me hizo botar alguna lagrimita.

Los asistentes a su desfile se encontraron con esta carta, antes de que se confirmara la noticia.
 Puede que use demasiadas faldas o bese a muchas mujeres sin necesidad. Puede que su colección de pijamas no me haya gustado para nada y que a veces pensemos que está un poco (o muy) loco. Pero para muchos de nosotros, losque crecimos conociendo sus conceptos y esperando para ver primero las fotos en revistas y luego los shows gracias a internet, todo lo que se inventaba, es el fin de una era (aunque siga en su firma). Y la showgirl que vive en mi,extrañará algo de sus locas ideas.
 

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