Por Meli


En Moda 2.0 nos encanta cuando marcas nacionales le dan una oportunidad al mercado barranquillero. Después de todo, es nuestra ciudad, y queremos que tenga la mayor oferta de moda y tendencias posible.


El caso de Lynx es particular. Esta marca caleña de accesorios ya estaba en Barranquilla (en una isla en el centro comercial Buenavista), pero ahora decidieron reforzar su presencia abriendo una boutique en el mismo lugar.

Hay piezas delicadas pero también otras imponentes.


La marca lleva nueve años en el mercado y en este momento se encuentra en modo expansión, con tiendas también en Cali y Bogotá, en donde las mujeres amantes de las tendencias encontramos accesorios en oro y plata, pero también con piedras naturales, cristales, perlas, cueros y textiles.


Esto amplía su umbral de opciones y precios, y la variedad de piezas y acabados abre las posibilidades para distintos gustos (perfecto para Jen y para mí porque a veces nos gustan cosas muuuuy distintas).

Por ejemplo, este brazalete es 100% Meli.

Lynx abrirá su nueva tienda este 22 de noviembre con un Open House de 10 de la mañana a 9 de la noche, donde los clientes podrán disfrutar de varios bonos de descuento para que se animen a lucir sus prendas. ¡Están todos invitados!


Pero como en Moda 2.0 queremos tanto a nuestros lectores, tenemos un obsequio por ser tan fieles. Regalaremos un obsequio sorpresa entre los paticipantes de este sorteo. El 20 de noviembre, después de 7 p.m., escogeremos a un ganador y su premio le será entregado el día de la apertura de la nueva boutique de Lynx.

Para participar solo deben hacer lo siguiente:

  1. Vivir en Barranquilla o poder venir a la ciudad el día de la apertura de la tienda Lynx.
  2. Seguirnos en nuestras redes sociales (la que deseen, pero puntos extra si es en las tres): FacebookTwitter o Instagram.
  3. Seguir a Lynx en sus redes sociales (aplica lo mismo que en el punto 2): Facebook, Twitter o Instagram.
  4. Escribir un comentario en este post diciéndonos por qué te gusta Moda 2.0, o qué te gustaría ver en el blog, o qué fue lo que más te gustó de Lynx.
  5. Añade una forma de contactarte en caso de que resultes ganador: correo electrónico, nombre en Facebook o usuario de Twitter o Instagram.
Esperamos que todos se animen a participar y están más que invitados a conocer la boutique de Lynx en el centro comercial Buenavista I, segundo piso, este 22 de noviembre.

¡Nos vemos allá!



Por Jeniffer Varela R.

Colombia es un país que cada vez más se está abriendo a una cultura de moda y ganas de saber más del tema desde la práctica y también desde la academia. Somos muchos los que cada día buscamos nuevas alternativas para aprender y actualizarnos con lo que pasa alrededor del mundo, mucho más en la época de las redes sociales y un ‘boom’ que nadie alcanzó a dimensionar.


No obstante nuestras ganas de conseguir estas opciones, la variedad de estos programas en Colombia no es mucha, lo que resulta en mucha gente yéndose del país para buscar maestrías, cursos o estudios complementarios en moda. El problema de esto es que no todo el mundo tiene la capacidad de pagar esta educación, y las becas disponibles son muy competidas.

Por eso Melissa y yo nos alegramos mucho cuando recibimos la información de los programas que la revista Elle está llevando a cabo en modalidad online en alianza con la Universidad Complutense de Madrid y que tienen abiertas sus inscripciones durante todo este mes.

La oferta de programas consta de tres cursos superiores universitarios: Marketing y comunicación de moda y lujo, Relaciones públicas, visual merchandising y estilismo; y Marketing digital de moda.


Los tres exploran desde perspectivas diferentes la posibilidad de ampliar los conocimientos sobre el mundo de la moda y además abarcan la cantidad de opciones laborales que esta industria ofrece hoy en día.

“Estos cursos son el complemento ideal para que ustedes lleven su pasión por la moda al siguiente nivel y que llegue a ser un negocio para ustedes” asegura Maripaz Ocejo, editora general de la revista, una de las más importantes en el mundo de la moda y el estilo de vida.


Todos los cursos están divididos en módulos con estudios sobre el lujo, la belleza y las relaciones públicas, entre otros, y se enfocan por temáticas específicas en lo que quieren abarcar. La idea es sentirse como en un salón de clases así estés aprendiendo en la red. Incluso están al ritmo de una ocupación como la de marketing digital enfocado a la moda, tan necesario para las marcas de hoy en día que buscan posicionarse con contenido en una audiencia tan preparada y competida.

Si nos preguntan a nosotras, esta es una opción muy buena para quienes no tenemos tiempo para dedicarle a clases presenciales y además tampoco podemos costearlo. El costo se reduce considerablemente y podemos seguir trabajando para aprender a nuestro ritmo. Además, es el complemento perfecto para quienes no estudiaron una carrera relacionada con la moda y quieren especializarse en ello. Incluso, si te dedicas a la moda puedes usar estos conocimientos para crecer como profesional y ofrecerle a tus clientes mejores ofertas.

El costo de cada uno de los cursos es de $4.372.706, y Elle está preparando las inscripciones para recibir a los interesados dentro de todo este mes. Cada uno de ellos tiene redes sociales con mucha más información de interés para quienes estén interesados en aprender más.



Para inscribirse, solo es necesario llenar un formulario muy sencillo (no olviden incluir el código M05A20MJ en esos datos) y ¡listo! Estarán listos para aprender desde donde quieran y a la hora que quieran.

¿Quieren conocer más de los programas de Elle? Ingresen a sus redes o escriban a los respectivos correos electrónicos: info@cursomoda.com.mx para el curso de Marketing y comunicación de moda y lujo, info@cursoestilismo.com.mx para la información de RR.PP y visual merchandising o info@marketingdigital.com.mx para saber del programa de Marketing digital

O si prefieren preguntarnos a nosotras, ya saben dónde encontrarnos: estamos en Twitter, Facebook e Instagram.

¡A estudiar!
Moda 2.0 tuvo este año la oportunidad de asistir a una de las principales ferias de moda del país: Cali Exposhow.

Pasarela María Elena Villamil.

A diferencia de las ferias que hemos visitado anteriormente, la de Cali tiene un componente distinto. No se limita a la moda, incluye belleza y salud.

Y a pesar de que en pasadas ocasiones hemos criticado iniciativas que en su nombre prometen moda y en contenido nos encontramos con cosas que no tienen nada que ver, este no es el caso de Cali, pues han logrado una armonía entre los tres elementos que la componen.

Y es que para nadie es un secreto que solo de moda no vive el hombre. Es un hecho que el componente de salud y belleza aporta una gran parte del dinero que le entra al evento, y si gracias a eso vamos a seguir recibiendo en Colombia a figuras de la talla de Óscar de la Renta (Q.E.P.D.), Alberta Ferreti, Jean Paul Gaultier y Roberto Cavalli, que así sea.


Claro, es un poco extraño pasar de stands de cosméticos y comida saludable a uno de muebles (eso sí no lo entendí), pero Cali Exposhow es claro en lo que ofrece, y lo hace bien.

Otra cosa que destaco es el escenario que brinda a diseñadores nacionales, a pesar de siempre contar con una estrella de renombre internacional. No hay duda alguna que todos entregan en pasarela lo mejor de sí, unos con más éxito que otros.

Una de las mejores de la feria fue, según el consenso general, María Elena Villamil. Inspirado en la forma hexagonal, y a pesar de la fuerte presencia arquitectónica que caracteriza sus diseños, esta caleña logró imprimir suavidad y ligereza en sus piezas.


Pudo bastarle con blanco y negro, pero el contraste del amarillo ácido le dio vida a los looks que tomaron la pasarela, adaptada en las antiguas bodegas de Bavaria, lugar donde en pocos años habrá un centro comercial y hospitalario.


Desde el lugar del evento y su decoración hasta la puesta en escena y la música en pasarela, se notó un arduo y profesional trabajo de planeación.

Seda, organza, rafia, tafetán, nylon y acetato fueron las materias primas de Evolution, cuyas prendas se vieron complementadas por el calzado estilo grunge. A pesar del contraste, no chocaban, como sí ocurrió en otras pasarelas en las que los zapatos hablaban un idioma completamente diferente al de la ropa.


Finalmente, el extremo cuidado y atención al detalle de Villamil pudo apreciarse en cada prenda, formando además una colección coherente, que habla de su creadora, pero que no se aleja de las posibilidades comerciales.

En el extremo opuesto estético estuvo Bettina Spitz. Para muchos ella puede ser una diseñadora que se atiene a lo “bonito” y se torna “repetitiva”. Pues adivinen qué: así es Elie Saab y le funciona de maravilla.


Al haberla visto este año en Expobelleza en Barranquilla, pensé que vería la misma colección, pero Spitz mostró La bella Ingrid, inspirada en su madre y su paso por el mundo del modelaje.

De su rostro salió el punto más interesante de la colección: la imagen de su cara estampada en vestidos y abrigos. En general, una colección femenina –por supuesto– pero distinta a su trabajo anterior. Esta se caracterizó por siluetas menos ajustadas, cintura no marcada y menos apliques, aunque manteniendo el sutil brillo en los textiles.


Esta es una diseñadora que sabe exactamente a quién le vende, y tiene muy contenta a esa clientela.

Solo tuve la oportunidad de ver, además de esas, las pasarelas de Carolina Sepúlveda (Tabaquería) y Adriana Santacruz (Piel y tejido), pues mi estadía en Cali fue de tan solo dos días, lamentablemente.

Carolina Sepúlveda.

Carolina Sepúlveda.

Adriana Santacruz.

Para cerrar, tengo que admitir que en Cali se toman en serio su feria. Por lo que pude apreciar, la ciudad se vuelca hacia el evento y a pesar de algunos detalles (como cobrar para asistir a las pasarelas, cosa que no había visto nunca, menos con tan altos precios) intenta en lo posible ser inclusiva.

¿A ustedes qué les parecieron las pasarelas? Cuéntennos en los comentarios y no olviden seguirnos en Instagram, Facebook y Twitter.
Por Meli

Sí, lo sé, es algo nunca antes visto: dos egotecas seguidas conmigo de protagonista. Esta vez la ocasión fue el desfile inaugural de Cali Exposhow: Badgley Mischka.

Prácticamente me bajé del avión directo a la pasarela, así que es un milagro que me viera decente.

Además, doy crédito a la fotógrafa que supo captar mi mejor ángulo: ¡@Paolira! (Que tiene un blog llamado JFashion, vayan a verlo).


Mi atuendo constó de un vestido sencillo de corte amplio, mangas ¾, de fondo blanco con flores de colores. Este fue mandado a hacer porque después de mucho buscar, no encontré uno que me quedara bien. Tengo al menos dos tallas de diferencia entre mi torso y mi parte inferior, y eso hacía muy complicada la búsqueda.


Acompañé con mis fieles tacones nude y una herencia familiar: un par de aretes de pavo real hechos en filigrana momposina.


Clutch naranja de Nine West y uñas color champaigne, y listo. Ah, y maquillaje gracias al equipo de SP Pro, sin cuya ayuda hubiera tenido cara de avión durante la pasarela.


Aunque ya regresé de Cali (nada más pude ir dos días) en Moda 2.0 y nuestras redes sociales (Instagram, Facebook y Twitter) podrán encontrar las pasarelas más importantes.

¿Qué tal la egoteca? ¿Estoy posando mejor o son ideas mías? ¡Cuéntennos en los comentarios!
Por Melissa Zuleta Bandera


Debo comenzar este post admitiendo que este fue un sueño hecho realidad. No sé los demás, pero nunca imaginé que iba a tener la oportunidad de asistir a un desfile de Badgley Mischka.

El dúo de diseñadores abrió la pasarela de Cali Exposhow la noche del martes con una mezcla de prendas de su más reciente colección y piezas a modo de retrospectiva de sus 25 años de carrera.

(Den clic en las fotos para ver en tamaño completo y vean videos en nuestra cuenta de Instagram)

Díganme si eso no se ve de ensueño...

Con una mujer ultrafemenina que es el centro de atención tanto con trajes elaborados como con piezas sencillas, Mark Badgley y James Mischka demostraron en el Centro de Eventos Valle del Pacífico por qué son elegidos por celebridades como Madonna, Catherine Zeta Jones, Jennifer Lopez, Sharon Stone y muchas más para sus apariciones en la alfombra roja.


La pasarela comenzó con vestidos y conjuntos en blanco total que robaban el aliento, y a pesar de su monocromía aportaban cada uno un toque único gracias a las texturas de las telas.


Además de la inspiración floral –claramente identificable por el video de cerezos en flor que adornaba el fondo de la pasarela–, el hilo conductor de la colección fue precisamente el uso armonioso de texturas. Desde lentejuelas, cristales y apliques florales hasta encajes, estampados, telas brocadas y chiffon, pasando por volantes y plisados, cada prenda habló de un par de creadores con gran atención al detalle y en ningún momento se vio excesivo.



Por su parte, las pocas piezas completamente lisas de su propuesta aportaron frescura y descanso visual en su justa medida, ya que el dúo presentó en pasarela 60 looks, un gran número considerando que en la Semana de la Moda de Nueva York presentaron cerca de 30 (¡y teniendo en cuenta que su colección conmemorativa consta de 100!).



Uno de esos vestidos fue diseñado exclusivamente para celebrar su paso por Cali Exposhow, y será subastado para impulsar el objetivo social de la Fundación Divina Providencia en favor de los niños con cáncer. El bosquejo de ese vestido fue dado como obsequio a los asistentes.


Todo lo que hemos escrito está ligado únicamente al tema de diseño, pues no se puede negar que son una marca de gran factura y con un trabajo impecable. Por eso (y también teniendo en cuenta los comentarios del gremio que se han suscitado) es importante también hablar del tan criticado tema de producción.

Que el desfile comenzara tarde es lo de menos, teniendo en cuenta que así funciona este país. También (o al menos para nosotros) lo es el hecho de que ellos no presentaran ninguna novedad, una tendencia que se ha hecho popular en los diseñadores internacionales invitados a las ferias de moda. Lo que si hay que criticar en este aspecto es el hecho de que la producción estuviera bastante floja y especialmente el tema de las modelos, las cuales claramente estuvieron mal escogidas. Había chicas muy lindas, pero no con la pasarela ni el 'expertise' necesario para llevar este tipo de vestidos. Algunas de ellas, las más jóvenes y las más bajitas, no lograron manejar los vestidos largos y se las vio trastabillar en pasarela más de una vez (y se les notó la angustia en la cara), lo que le quitó fluidez al desfile (además de que había otras que no tenían que estar ahí).

Lo que tratamos de decir es que si bien es bueno que un diseñador internacional venga, especialmente para darnos la oportunidad de ver sus diseños a quienes no tenemos la oportunidad de ir hasta Nueva York o París, hay que hacerlo bien, que se atractivo visualmente y que se les den a los diseñadores todas las herramientas para encantar. Eso si, sin cobrar esos precios ridículos de $157 mil por las entradas (que ni siquiera deberían venderse). Ya lo hicieron Ackermann, Gaultier y Cavalli, pero no puede ser que esos sean 'flashes' de buena suerte en vez de algo recurrente.


¿Qué les pareció a ustedes la colección y el desfile? Cuéntennos en los comentarios y no olviden que pueden encontrar más fotos y videos de las pasarelas de Cali Exposhow en nuestras redes sociales: Instagram, Facebook y Twitter.


Por Jeniffer Varela R. 
No hay mucho que decir del talento de Yves Saint Laurent que los amantes de la moda no conozcamos ya. Su visión, sus demonios, sus piezas icónicas…todo es casi de dominio público, pero había sido contado a retazos a lo largo de los años. Por eso, cuando nos enteramos de la creación no de una, sino de dos películas ‘biográficas’ del diseñador, lo primero que dijimos es “hay que verlas”.

Fotos: Internet
En esta ocasión hablaremos de ‘Yves Saint Laurent’, la película dirigida por Jalil Lespert, y que se estrenó el 2 de octubre en Colombia (en algunas ciudades, como Bogotá, ya fue retirada de casi toda la cartelera), porque la segunda no ha sido estrenada aún en el país.

Lo primero que hay que decir sobre esta cinta que generó tantísima expectativa es que cuenta con el apoyo de Pierre Bergé, el que fuera durante 40 años compañero de Yves, además de su socio y director financiero de su casa de moda (incluso hoy sigue al frente de algunas decisiones de la firma, aunque ahora pertenezca al gigante PPR y se haya rendido ante la insolencia de Hedi Slimane…pero ya esa es otra historia. Él prestó muchos de los archivos de la casa para la producción.


Tan bonito que se ve el YSL, y viene Slimane a cambiarlo :(

Como íbamos diciendo, la película cuenta con el beneplácito de Bergé a diferencia de ‘Saint Laurent’, la otra historia. De hecho, el hilo conductor es un relato suyo, comenzando por la famosa subasta de objetos que hizo en 2003. Y lógicamente no podía ser un recuento de toda su carrera concentrándose solo en el diseño, pero parece que aquí las proporciones no se calcularon bien y la película nos quedó debiendo el talento del creador ‘le tuxedo’ para mujer.


La rubia Betty Catroux fue una de las musas de Yves en su mejor momento.
Piezas icónicas como el vestido Mondrian son reducidas a un simple momento de luz que Saint Laurent tiene y ya. Los desfiles, esa intimidad que Bergé conocía bien quedaron pequeñas ante lo que, al menos yo, esperaba. Si bien es difícil contar la carrera de un diseñador tan importante en dos horas, pienso desde mi humilde opinión de espectadora que ha podido dársele más espacio a esto.



En cambio, lo que más tiene Yves Saint Laurent son detalles de la relación de ellos dos (de la que les aplaudo haber mostrado besos y muchas demostraciones de afecto entre parejas del mismo sexo, las señoras a mi lado se escandalizaron en la sala), de los problemas de Yves con el alcohol y las drogas y las aventuras que tenía. En este punto, el personaje de Bergé se me antojó retratado como un tirano un poco aprovechado del talento de un joven, y no sé si el quería verse así.

Para la historia, Pierre Bergé tuvo todo que ver con el éxito de Yves Saint Laurent, pues no permitió que sus excesos interrumpieran su talento, al menos por mucho tiempo.
Entre los puntos positivos hay que resaltar el gran parecido físico de Pierre Niney encarnando al maestro, mucho más que en su película ‘rival’. También, el hecho de que hayan intentando abarcar tanto de su vida, incluidas muchas de sus musas como su Betty Catroux y Loulou De la Falaise, a la que dicho sea de paso también se le ha podido dar un poco más de foco. Y personalmente una de las cosas que más disfruté fue la forma como caracterizaron a Karl Lagerfeld, como el insoportable ser que siempre he imaginado que es.

El personaje de Karl Lagerfeld es interpretado por Nikolai Kinski.

Pero en este otro asunto (y ya para terminar) también siento que faltó. La historia nos cuenta que Saint Laurent y Lagerfeld se enemistaron por la relación del primero con Jacques De Basher, que fue primero novio de Karl y luego amante de Yves. Pero esa relación, que muchos dicen fue tormentosa y decisiva en la vida de Saint Laurent, también se quedó como a medio hacer.

Son muchas las cosas que se pueden decir de la película. Muchos la amaron, pero para mí está como…ahí. Pero como yo no puedo opinar por ustedes, lo mejor es que se la vean (en Internet hay muchos enlaces disponibles). En Bogotá solo está disponible en la sala de Cine Colombia en Avenida Chile y en Barranquilla será proyectada en el marco del ‘Festival de Cine Francés’ de Royal Films, el 10 de octubre a las 3:15 p.m. y el 12 a las 6:15 p.m.

Si se vieron la película y quieren seguir la conversación, los esperamos en los comentarios, y también en nuestras redes de siempre: Facebook, Twitter e Instagram. ¡Gracias por leer!
Por Meli

Si son asiduos lectores de este blog sabrán que la mayoría de posts en la sección de Egoteca son de Jen, pero bueno, a veces me toca a mí.


Fui invitada el pasado primero de octubre a la entrega del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en Medellín. El código de vestuario era “formal”, pero sabiendo el poco provecho que le iba a sacar a un vestido largo, opté por una falda a la pantorrilla (en inglés, tea length).


Después de buscar por todas las tiendas “con potencial” y salir con las manos vacías, encontré esta bella falda azul rey en el lugar menos pensado: un almacén de ropa infantil y de bajo presupuesto.

El largo no funcionaba así que la mandé donde una modista a que le subiera el dobladillo y lograr un largo que Jen describió como “muy Dior”.


La combiné con una blusa vinotinto con detalles en azul de Naf Naf y mis fieles tacones nude de Review.



Finalicé con joyas de Joyería Moderna y una semi-trenza de lado.

Por cierto, la falta de fotos de calidad se debe a que Jen no estaba conmigo, y me tocó pedir el favor a desconocidos. De eso no salió nada de servicio (es sorprendente las fotos tan malas que toman algunas personas) así que me vi en la necesidad de tomarlas en el hotel.


Creo que a pesar de todo se logra apreciar. ¡Espero que les haya gustado! =)